miércoles, 26 de marzo de 2014

9. Black Sails. Una de Piratas sin Patas de Palo


Este año, de entre todas las series que se estrenaban, hubo una que me llamó poderosamente la atención, no sólo porque parecía un tema bastante original, ya que no hay series de piratas en antena (ni las hubo anteriormente), sino porque la historia trata, ni más ni menos, que de la búsqueda del tesoro más literario de todos los tiempos.


Retrocedemos veinte años antes que Jim Hawkins embarque en la Hispaniola en busca de un tesoro enterrado en una isla, y conocemos a Billy Bones, Jon Silver, y al mismísimo Capitan Flint. Tres personajes por ahora faltos de carisma que poco se parecen a los personajes que Robert Louis Stevenson relata y describe en su novela: Billy Bones es un joven guapo y delgado (aunque algo en su cuerpo anda desproporcionado) alejado del hombre osco e insalubre que se aloja en la posada del Almirante Benbow; El Capitán Flint se nos presenta como un hombre de pasado oscuro, atormentado y con mucha sangre en sus manos, pero seamos francos, no nos da más miedo que Barbanegra, ni de lejos; Por último descubrimos a un joven pizpireto llamado John Silver, más cerca de ser una versión light de Jack Sparrow que del despreciable filibustero que Stevenson nos describe en su libro, y que aún conserva sus dos piernas( eso sí, desde el primer capítulo se nos explica cómo consiguió hacerse, por primera vez, cocinero de un barco); Y esto solo puede significar que: o los guionistas están un poco perdidos o que la evolución de los personajes a lo largo de las temporadas va a ser alucinante. (Esperemos que sea lo segundo)

A parte de los que ya conocemos, Black Sails nos cuenta a grandes rasgos el día a día de la vida pirata: peleas, abordajes, ron, sangre, putas y sexo, cómo no. (Léase sarcásticamente); Y nos introduce en el funcionamiento de la Isla de Nassau a través del negocio del contrabando, que recaé en manos de la joven Eleanor Guthrie (lo menos creíble de toda la serie), cuyo padre es el gobernador británico en esas tierras. La serie también hace un guiño a la historia del siglo XVIII y nos incluye piratas reales como Charles Vane, Anne Bony o Jack Rackham; a éste último le debemos el diseño de la Jolly Roger (Una calavera sobre dos espadas en cruz)

Lo cierto es que la serie, tiene cosas a favor: parte de una premisa bastante diferente y original, tiene una factura técnica muy buena, una genial banda sonora y una excelente cabecera, pero pronto comienza a diluirse a causa de unos personajes planos, que acaban resultando increíblemente sosos y poco creíbles, mención especial a los personajes de Eleanor Gulthrie y Jonh Silver. Se enreda también en algunas tramas faltas de interés dentro de la historia principal. Lo que nos interesa es la búsqueda del Arca de Lima y del tesoro que alberga, el resto nos da igual, y es por esas otras historias que poco a poco comienza a perder fuelle, (aunque en sus dos últimos capítulos parece que comienza a recuperarlo.)

Resumiendo, la serie con más protagonistas con ojos azules de todos los tiempos, entretiene, pero no engancha. Probablemente le falte fuerza, determinación y más abordajes, y le sobren ciertas intrigas y triángulos amorosos que ni van, ni vienen.

Esperaremos a 2015 a ver cómo continúan la historia, (que tampoco hay para mucho más, no podemos pretender que se pasen 5 temporadas buscando un tesoro.) Mientras tanto, y para quitarnos un poco el desaborío, echaremos mano de la botella de ron.




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