jueves, 6 de marzo de 2014

4. CUANDO PIENSAS QUE NADIE ES MÁS MALO QUE CAÍN.



Aprovechando que nos queda un mes para el estreno de su cuarta temporada doy un repaso a uno de los libros seriéfilos que más tirón ha tenido en los últimos años.


Juego de Tronos es una de las series con más repercusión e influencia del panorama televisivo actual. Puedes ir a darte tranquilamente un día un paseo por Fnac y no tardarás en darte cuenta: Camisetas, tazas, llaveros, jarras de cerveza, posters, juegos de cartas, imanes...Y así hasta un largo etcétera. Yo aún no he encontrado un trono de hierro que me quede bien con la decoración del salón, pero todo llegará.

Y es que, desde que se estrenara la serie, sus fans se han multiplicado por miles. Pero lo cierto es, que antes de este efecto fan, los libros no eran tan conocidos.

Para muestra, un botón, ¿Cuántos de vosotros sabíais de la existencia del libro Juego de Tronos antes de su estreno en HBO?¿Cuántos de vosotros decidisteis darle a la serie una oportunidad y os animasteis a comprar los libros? ¿Cuántos de los que habéis leído los libros os habéis enterado de que la saga se llama en realidad Canción de Hielo y Fuego?Bien, ahora nos vamos entendiendo.


En 1996 se publica la primera novela de la saga: Juego de Tronos. Poco se imaginaba su autor George R.R.Martin (por si hay alguien en la sala que aún no lo conoce) que casi 15 años después el título de su primera novela seria objeto de una serie de televisión.

A Juego de Tronos le siguieron, hasta 2011, tres libros más: Choque de Reyes (1998) Tormenta de Espadas (2000) y Festín de Cuervos (2005). El 17 de Abril de ese año HBO estrenó la serie Game of Thrones basada en las novelas. Y entonces, se desató la locura.

El marketing ayudó mucho, los que ya nos habíamos leído los libros comenzamos nuestra propia campaña de promoción; Recuerdo la enorme chapa que dí en mi muro de facebook con los primeros trailers de la serie; y HBO, gestionando la serie como una superproducción, hizo otro tanto.


Coincidiendo con el estreno de la serie y la publicación en Junio de ese mismo año del esperado quinto tomo de la saga, Danza de Dragones, las ventas de los libros de Martin alcanzaron límites insospechados. La editorial Gigamesh, que en 2002 compró los derechos de distribución del libro en España y sacó una primera edición de 4000 ejemplares, lleva vendidos hasta la fecha más de 700,000 libros. Viendo como se duplicaban las ventas desde que el efecto fan hiciese efecto.

Las cifras, por supuesto son estupendas, pero todo tiene su precio. Al parecer los nuevos fans (los antiguos ya tenemos callos en el culo) andan locos a la espera de los dos últimos libros de la saga: The winds of winter y a Dream of Spring. Y no paran de acosar y presionar al autor. Tal es la situación que el propio Martin advirtió que «Si realmente me siento presionado usaré el cometa rojo. Lo lanzaré sobre Poniente y acabaré con todas la vidas»1. Auch!!

El fenómeno fan ha conseguido que: libros que llevaban cogiendo polvo en las estanterías de las librerías varios años, se agoten en cuestión de horas; que los episodios generen récords de descargas en la red, y que Canal + doble las series al castellano en menos de 24 horas.



Pero lo que prima, por encima de modas y de fenómenos fan, es que la historia es cojonudamente buena.

Muchas historias fantásticas hubo antes de Canción de Hielo y Fuego, pero probablemente ninguna tan crudamente contada. No se trata (solo) de una historia de fantasía, ni sobre el bien contra el mal, ni de la lucha por un trono, ni de la liberación de un reino sometido al mandato de un tirano. El libro habla de uno de los deseos más oscuros que alberga el ser humano: El poder. Y su lucha por él.

George R.R. Martin nos demuestra a lo largo de estos cinco tomos hasta ahora publicados que: los héroes con armadura reluciente, olor a rosas, y que salen airosos de todas las circunstancias inverosímiles que se nos planteen, no solo no existen, sino que, si alguno de sus personajes intenta siquiera parecerse a ellos, es de los primeros en perder la cabeza.

Muchas muertes acontecen durante la historia, todas inesperadas, alguna muy deseada y la mayoría que nos deja casi en estado catatónico. Personalmente, cuando me leí el capítulo de la “Boda Roja” no reaccioné hasta leérmelo tres o cuatro veces y después, cerré el libro durante aproximadamente un mes. Estaba en un estado de profundo enfado e indignación, del que luego me resarcí al ver las reacciones de los fans que no habían leído el libro. Cuanta satisfacción personal en tan pocos minutos.



Y es que, lo que más engancha de los libros, son esos acontecimientos tan indeseablemente inesperados. A los que los fans, después de cinco libros, aún nos estamos acostumbrando.

Martin juega con nosotros durante toda la lectura, solo en su cabeza él sabrá lo que pretende, pero está claro que no tiene ningún miramiento especial por ninguno de los personajes del libro.

Y es que, el mayor villano de la saga, es el propio escritor. Una vez leí en un foro que “Canción de Hielo y Fuego es como una partida de Ajedrez en la que al jugador (refiriéndose a Martin) se la pela lo que les pase a sus fichas". Quien lo escribió, dio en el clavo.





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