Aprovechando que nos
queda un mes para el estreno de su cuarta temporada doy
un repaso a uno de los libros seriéfilos que más tirón ha tenido
en los últimos años.
Juego de Tronos es
una de las series con más repercusión e influencia del panorama
televisivo actual. Puedes ir a darte tranquilamente un día un paseo
por Fnac y no tardarás en darte cuenta: Camisetas, tazas, llaveros,
jarras de cerveza, posters, juegos de cartas, imanes...Y así hasta
un largo etcétera. Yo aún no he encontrado un trono de hierro que
me quede bien con la decoración del salón, pero todo llegará.
Y es que, desde que se
estrenara la serie, sus fans se han multiplicado por miles. Pero lo cierto es, que antes de este efecto fan, los libros no eran tan conocidos.
Para muestra, un botón,
¿Cuántos de vosotros sabíais de la existencia del libro Juego
de Tronos antes de su estreno en HBO?¿Cuántos de vosotros
decidisteis darle a la serie una oportunidad y os animasteis a
comprar los libros? ¿Cuántos de los que habéis leído los libros
os habéis enterado de que la saga se llama en realidad Canción
de Hielo y Fuego?Bien, ahora nos vamos entendiendo.
En 1996 se publica la
primera novela de la saga: Juego de Tronos. Poco se imaginaba su
autor George R.R.Martin (por si hay alguien en la sala que aún no lo
conoce) que casi 15 años después el título de su primera novela
seria objeto de una serie de televisión.
A Juego de Tronos
le siguieron, hasta 2011, tres libros más: Choque de Reyes (1998)
Tormenta de Espadas (2000) y Festín de Cuervos (2005).
El 17 de Abril de ese año HBO estrenó la serie Game of Thrones
basada en las novelas. Y entonces, se desató la locura.
El marketing ayudó
mucho, los que ya nos habíamos leído los libros comenzamos nuestra
propia campaña de promoción; Recuerdo la enorme chapa que dí en
mi muro de facebook con los primeros trailers de la serie; y HBO,
gestionando la serie como una superproducción, hizo otro tanto.
Coincidiendo con el
estreno de la serie y la publicación en Junio de ese mismo año del
esperado quinto tomo de la saga, Danza de Dragones, las ventas
de los libros de Martin alcanzaron límites insospechados. La
editorial Gigamesh, que en 2002 compró los derechos de distribución
del libro en España y sacó una primera edición de 4000 ejemplares,
lleva vendidos hasta la fecha más de 700,000 libros. Viendo como
se duplicaban las ventas desde que el efecto fan hiciese efecto.
Las cifras, por supuesto
son estupendas, pero todo tiene su precio. Al parecer los nuevos fans
(los antiguos ya tenemos callos en el culo) andan locos a la espera
de los dos últimos libros de la saga: The winds of winter y a
Dream of Spring. Y no paran de acosar y presionar al autor. Tal
es la situación que el propio Martin advirtió que «Si realmente
me siento presionado usaré el cometa rojo. Lo lanzaré sobre
Poniente y acabaré con todas la vidas»1.
Auch!!
El fenómeno fan ha
conseguido que: libros que llevaban cogiendo polvo en las estanterías
de las librerías varios años, se agoten en cuestión de horas; que
los episodios generen récords de descargas en la red, y que Canal +
doble las series al castellano en menos de 24 horas.
Pero lo que prima, por
encima de modas y de fenómenos fan, es que la historia es
cojonudamente buena.
George R.R. Martin nos
demuestra a lo largo de estos cinco tomos hasta ahora publicados que:
los héroes con armadura reluciente, olor a rosas, y que salen
airosos de todas las circunstancias inverosímiles que se nos
planteen, no solo no existen, sino que, si alguno de sus personajes
intenta siquiera parecerse a ellos, es de los primeros en perder la
cabeza.
Muchas muertes acontecen
durante la historia, todas inesperadas, alguna muy deseada y la
mayoría que nos deja casi en estado catatónico. Personalmente,
cuando me leí el capítulo de la “Boda Roja” no reaccioné
hasta leérmelo tres o cuatro veces y después, cerré el libro
durante aproximadamente un mes. Estaba en un estado de profundo
enfado e indignación, del que luego me resarcí al ver las
reacciones de los fans que no habían leído el libro. Cuanta
satisfacción personal en tan pocos minutos.
Y es que, lo que más
engancha de los libros, son esos acontecimientos tan indeseablemente
inesperados. A los que los fans, después de cinco libros, aún nos
estamos acostumbrando.
Martin juega con nosotros
durante toda la lectura, solo en su cabeza él sabrá lo que
pretende, pero está claro que no tiene ningún miramiento especial
por ninguno de los personajes del libro.
Y es que,
el mayor villano de la saga, es el propio escritor. Una
vez leí en un foro que “Canción de Hielo y Fuego es como una
partida de Ajedrez en la que al jugador (refiriéndose
a Martin) se la pela lo que les pase a sus fichas".
Quien lo escribió, dio en el clavo.
1.Puedes leer la noticia aquí:
http://www.europapress.es/chance/cineymusica/noticia-escritor-juego-tronos-harta-amenaza-matar-todos-personajes-20131128173237.html
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