domingo, 23 de marzo de 2014

8. Que La Música Nunca Pare.

Lo reconozco, probablemente nací en la época musical equivocada. Añoro los años del vinilo, las melodías acompasadas que terminaban con solos de guitarra desgarradoras, las voces roncas que recitaban poemas cantados, cuyas interpretaciones eran tan libres como aquello que el que las oyera quisiera entender; letras que cantaban al amor, la vida y la muerte, pero también a la libertad, la guerra o las drogas. Por eso, la película de hoy es una de mis favoritas, porque habla de música, y de lo que para los de aquella generación significó.

Lo cierto es que creo que The Music Never Stopped nunca llegó a estrenarse en nuestro país. (Yo la descubrí por otros medios poco adecuados que no mencionaré) La película se estrenó en EEUU en el año 2011, es la obra de debut de Jim Kolhberg y en ella nos cuenta la historia del "Ultimo Hippie".

Para quienes no lo conozcáis El Último Hippie es un relato real escrito por el neurólogo Oliver Sacks y en el que cuenta el caso de Greg, un individuo afectado de un tumor cerebral que no tiene consciencia del espacio/tiempo en el que vive, no reconoce a los otros ni prácticamente a sí mismo, hasta que por medio de una terapia musical alternativa, descubren que Greg es capaz de volver a ser él mientras escucha las canciones que marcaron su adolescencia.

Jim Kolhberg lleva esta asombrosa historia al cine, donde el tumor cerebral se convierte en una escusa para contarnos una historia real, cercana y entrañable, sobre las dificultades de las relaciones de padres e hijos.

Henry Swayers (J.K.Simmons) es un amante de la música de los años 50, las letras ligeras de estas canciones hablan de cuentos de hadas y de conquistar a las chicas con un buen baile. Gabriel (el nombre que se le da en la ficción a Greg e interpretado por Lou Taylor Pucci), su hijo de diecisiete años, también ama la música, canta en un grupo versionando canciones de sus artistas favoritos,que hablan de juventud y verano.



Es, paradójicamente, ese amor de cada uno hacia la música, y los ideales que representaban para una generación y otra, lo que les separa y termina por romper su relación. Ninguno de los dos entiende al otro, y Gabriel, al igual que la música de aquella época, es rebelde y se siente un alma libre que no va a seguir las pautas impuestas por un padre que para él representaba la opresión y los valores patrióticos que tanto se cuestionaron en aquella época a raíz de la guerra de Vietnam.

Sin embargo, veinte años después, la música se convertiría en el único vehículo capaz de volverles a unir. Gabriel sólo será Gabriel mientras escuche esas canciones que su padre tan profundamente desaprueba, así que Henry se verá obligado a escucharlas, rompiendo los esterotipos y prejuicios que durante los años había tenido hacia ese tipo de música, y poco a poco, no sólo irá entendiendo lo que las canciones significaron para su hijo, sino que comenzarán a tener un significado especial para él.

The Beattles, The Tulips, Buffalo Springfield, The Rolling Stone, son algunos de los grupos que se escuchan durante los 104 minutos de metraje, y por supuesto The Gratefull Dead, el grupo favorito de Gabriel y cuya canción The Music Never Stopped da título al film.

Y sí aún estáis indecisos, aquí os dejo el trailer:



 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario