"Pull your
morals down, take away the past, and let the past be gone"
(Destruye
tu moral, aléjate del pasado y déjalo ir)
Sin
duda, para la mayoría de seguidores de Veronica Mars, siete años de
espera han merecido la pena. Nunca pudimos dejarla ir en el pasado, y
desde luego, ha vuelto para recordarnos por qué.
La
última vez que vimos a Veronica Mars se alejaba bajo la lluvia de
California. Miles de preguntas se quedaban en el aire en aquel ya
mítico, decepcionante y paradojicamente profético: The Bitch is
Back.
Tendremos
que trasladamos a Nueva York, nueve años después de aquel fatídico
día de elecciones en Neptune, para volver a ver a nuestra
protagonista. Han pasado nueve años, Verónica dejó la universidad
de Hearst, se fue a Stanford y allí estudió psicología, después
se fue a Columbia y se graduó en derecho y ahí la encontramos, como
la mayoría de jóvenes de nuestra época, sobrecualificados y con
29 años en su primera entrevista de trabajo.
En
algún momento de su vida, Veronica se reencontró con Pizz y
volvieron a salir. Con una vida estable y feliz, alejada de los
años oscuros del instituto ¿Por qué volvería siquiera a pisar
Neptune? La razón ya nos la sabemos y tiene nombre propio: Logan
Echols, el eterno Ex, quien es acusado de asesinar a su novia
Bonnie Deville, una cantante pop muy conocida cuyo nombre real es,
Carrie Bishop.
Dejando
de lado el hecho de que todo lo malo en este mundo le pasa a Logan, y
que es la segunda novia a la que asesinan. (Aún no sé como no acaba
como su madre, tirándose de un puente). Nos centramos un momento en
Bishop.
Sea
como fuera, Meester se fue pero Bishop, con otra cara, otro
cuerpo y un maquillaje en exceso, continuo en el universo Neptune.
Aunque no por mucho tiempo. Como venia diciendo, la película
arranca con la muerte de su personaje y esto se convierte en la
escusa perfecta para hacer regresar a nuestra heroína a su humilde
hogar. (Para descubrir, que ya no es tan humilde, porque menudo
casoplón, al parecer las cosas van muy bien en Mars Investigation) Y
con su vuelta, no solo la vamos a volver a ver en acción resolviendo
un nuevo misterio, sino que nos reencontraremos con aquellos
personajes que alguna vez, pasaron por allí.
Y es
que la vuelta de Veronica está plagada de pequeños y esperados
reencuentros, que nos saben a poco y dejan con ganas de más (las
voces para una secuela ya comienzan a coger fuerza). La vida en
Neptune, como el propio Mister C. le reconoce ha sido demasiado
aburrida sin ella; Pocas cosas han cambiado, salvo la evolución
normal de los personajes, ahora Wallace es el recien ascendido
segundo entrenador de los tritones, Mac trabaja en industrias Kane,
Weevil es una persona diferente, y Dick sigue siendo el mismo. Los
niños pijos aun navegan en sus yates y el departamento de policía
está más podrido que nunca. A Dunkan Kane ni se le menciona.
Aunque su ausencia está más que justificada. Vemos fugazmente a su
madre Celeste Kane, lo que como espectadores nos hace retroceder
atrás en el tiempo, a los tiempo de Lily, a la espléndida primera
temporada, (que si hubieran querido podían haber ampliado un poco
más, no había necesidad de descubrir al asesino tan pronto.) Y nos
damos cuenta de todo lo que ha evolucionado Verónica.
O
quizás no, porque la película va de eso, de volver, de
enfrentarte al pasado, reencontrarse con uno mismo y con sus
demonios, de decidir si merece la pena renunciar a todo aquello que
has construido porque simplemente lo has construido sobre alguien que
aspirabas a ser pero realmente no eras, ni serás. Porque al final
Veronica Mars sigue siendo una adicta a la adrenalina. Y en algún
lugar lejos de aquí, Lily continua soñando.
P.D. Como siempre, os dejo con Banda Sonora. Esta canción protagoniza, además, la escena final de la primera temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario