No
solo de grandes guiones vive Hollywood. La banda sonora es un aspecto muy importante a tener en cuenta en una película, una seña de identidad propia que caracterizará el film y permanecerá grabada en nuestra memoria junto a sus protagonistas y las historias que les sucedan.
Con
el cine y las canciones pasa una cosa, hay una delgada línea que las
separa, y a veces es difícil encontrarla.
Empezamos este especial
con cinco canciones que nunca fueron escritas para aparecer en
películas, pero que, desde su presencia en ellas siempre serán
Canciones de Cine.
- My Girl. The Temptations
Lanzada
en Diciembre de 1964, la canción se convirtió en un himno
paterno-filial, con el estreno de la película del mismo nombre, Mi Chica, en
1991.
Pocas
cosas recuerdo de la película, aparte de que mi miedo inconsciente a
las abejas debe tener su origen en ella; pero cada vez que la escucho
visiono de manera muy clara aquella escena del primer beso entre unos
jovencísimos Anna Clhumsky y Macaulay Culkin.
2. (I've had) The time of my live. Franke Previte.
Si
os digo que la canción fue compuesta en 1981 por Franke Previte,
Jonh DeNicola y Donald Markowitz para el álbum de debut del primero,
puede que no os diga nada.
Si
os digo que el Single fue grabado en 1987 en Bill Medley y Jenniffer
Warnes, probablemente os quedareis como estabais. Pero si menciono
que fue la canción elegida para protagonizar una de las coreografías
más famosas de Hollywood, puede que ya sepáis de que canción os
estoy hablando.
Se
trata del tema Central de Dirty Dancing (1987), película
protagonizada por Patrick Swayze y Jennifer Grey, y que probablemente
sea la principal responsable de muchos dientes rotos a lo largo de la
historia en el intento de los fans de imitar ese gran salto que pone
el broche final a la película.
- Little green bag. George Baker.
De
nuevo, un clásico de los setenta recuperado para una peli de los
noventa. En este caso la canción fue elegida por Quentin Tarantino
como la banda sonora que acompaña a los créditos iniciales en su
primera película como director, Reservoir Dogs (1992). Lo que hizo
que se convirtiera en una canción de culto para muchos. Y sirvió
al director para marcar un estilo musical propio en el resto de sus
películas.
- Ain't no mountain high enought. Marvin Galle y Tammy Terrell
Publicada
en 1967, la canción sería nuevamente versionada en 1970 por Diana
Ross y se convertiría, ese mismo año, en numero 1 de la lista
Billboard Hot 100.
28
años después, una película protagonizada por Susan Sarandon y
Julia Robers, Quédate a mi lado (1998), traería de vuelta la versión
original, para dejarnos bien claro que no habría ni montaña
suficientemente alta, ni nueva madrastra, ni cáncer que pudiera
separar a una madre de sus hijos.
5. Everyday.
Buddy Holly.
("And the three men I admire most, The Father, Son and The Holly Ghost. They Caught the last train on the coast. The day the music day.")
Dos años antes de morir en un accidente de avión, y de
convertirse, de la mano de Don McLean, en el protagonista de una de
las mejores canciones que nos ha dado la historia del rock (pero ese
es otro tema); Buddy Holly y Norman Petty escribieron, en 1957, este
tema que 46 años después se convertiría en parte indispensable
de una de las mejores declaraciones de amor que nos ha dado el cine.
Y es que, la canción introduce la ya mítica escena de
Big Fish (2003) en la que Edward Bloom, por fin, después de tres años de
innumerables contratiempos, consigue localizar al amor de su vida y
le dice aquello de "Tu no me conoces, pero estoy destinado a
casarme contigo". Tirando por los suelos las miles de
proposiciones matrimoniales hechas hasta la fecha.
Y para vosotros ¿Cuál es vuestra canción de cine?
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