martes, 31 de marzo de 2015

29. Trilogías de Cuatro

El fenómeno cinéfilo por excelencia de los últimos años están siendo las adaptaciones de sagas literarias juveniles.
Quien lo desató fue Crepúsculo, allá por el 2008. A ella la siguieron con más o menos éxito otros proyectos como Cazadores de Sombras, Hermosas Criaturas, El Corredor del Laberinto, Divergente o Los Juegos del Hambre (que ha sido la más exitosa hasta el momento).

Lo cierto es que bien podemos tomar a Harry Potter como el inicio de toda esta vorágine cinéfila literaria, pues sembró el germen del éxito. Un producto literario que había encandilado a millones de jóvenes lectores en todo el mundo, que sin duda acudiríamos a las salas de cine, aunque solo fuera por pura curiosidad de ver cómo se plasman nuestras imágenes literarias en una pantalla. Harry Potter no solo arrastró a los seguidores de los libros, también a aquellas personas que aunque no los hubieran leído querían disfrutar de las aventuras del joven mago. El maldito dicho de "Para que me quiero leer el libro si puedo ver la película". Y sin pretenderlo, se convirtió en el referente para toda una generación que vendría después.

Harry Potter hizo saltar la liebre al adaptar los siete libros en ocho películas. Dividiendo la última película de la saga en dos partes

Hay algo mágico en leer un libro, imaginarte unos personajes, unos lugares y unas situaciones, y posteriormente compararlas con la visión que otra persona ha tenido del mismo en forma de película. Ver a los personajes imaginarios en carne y hueso es una sensación extraña, a veces reconfortante si el actor está a la altura de las circunstancias, y a veces extremadamente frustrante si ocurre todo lo contrario, que se lo digan a Christian Grey; nunca llueve a gusto de todos, ni todas las adaptaciones pueden condensar todo lo que ocurre al dedillo en los libros, lo cierto es que unas son mejores que otras, pero en la gran mayoría, aquellos que hemos leído los libros podemos añadir un "Esto no es así", "En el libro esto no pasa", "Pero que mierda se están inventando"...etc.

A veces sucede, que la película logra mejorar significativamente el libro. Pocas veces, la verdad. Normalmente esto sucede cuando el libro no cuenta con una gran calidad narrativa, véase Cincuentas Sombras de Grey o mismamente la saga Crepúsculo.

Pero si algunos libros son tan malos ¿Por qué tienen tanto éxito como para que Hollywood se fije en ellos y decida hacer adaptación a la gran pantalla?

La gallina de los huevos de oro parece regirse muchas veces por el mismo patrón:

En primer lugar debe estar dirigido a un público más o menos juvenil, que aún estén verdes en lectura de otro tipo de novelas de mayor calidad, en los que pueda desatarse más fervientemente el fenómeno fan, y de cuyas hormonas nos aprovecharemos para arrastrarlos sin remedio hacia una historia de amor imposible; ese es el punto dos.

Un amor imposible, si puede ser un triángulo amoroso mejor, hay que crear bandos, que así los fans se posicionan más y estarán deseando saber si la protagonista (que tienen más tirón las chicas) escoge a uno u otro, y por tanto ganan la absurda competición amorosa. Tenemos innumerables equipos de mochuelos literarios: Team Edward Vs Team Jacob; Team Peeta Vs Team Gale...y vaya indignación como el elegido no sea el tuyo. Además del triángulo, ya por si complicado y enrevesado cuanto más mejor, si se puede y no resulta todo muy forzado, se han de añadir tintes dramáticos. Tendremos, entonces, parte del éxito asegurado.

Por último: busca un contexto nuevo y original, si puede ser un nuevo orden mundial post apocalíptico mejor, véase Divergente o Los Juegos del Hambre; también nos valen los seres sobrenaturales, Crepúsculo supuso el pistoletazo de salida a la moda de los vampiros, a pesar de que su autora bebió de bastante literatura sobre el tema, ya que el libro tiene incontables símiles con True Blood y con Crónicas Vampíricas (ambas escritas antes) parece que no se inspiró mucho en el padre de todos los vampiros: Bram Stroker (¿Desde cuando los vampiros brillan jamia?) A pesar de todo el sinsentido literario y narrativo, no podemos olvidar que Crepúsculo fue la que sentó las bases de toda la moda vampírica que vino detrás, y no sólo eso, recogió la semilla que en su día sembró Harry Potter y ratificó el descubrimiento de un nuevo yacimiento cinéfilo que explotar: las adaptaciones de sagas literarias juveniles o como a mi me gustan llamarlas: Las trilogías de cuatro.

Es asombroso como pueden condensar cada libro en dos horas de duración, menos el último, por supuesto, que siempre se dividirán en dos partes a fin de explicar mejor lo que pasa y que los fans estén más contentos con el final, nos dicen. Cuando el único motivo es estirar todo lo posible el proyecto estrella del momento y embolsarse unos cuantos miles de millones de dolares más.

Que se lo digan a Peter Jackson y su Hobbit, quien aprovechando la moda se sacó de la manga una trilogía de un libro de apenas doscientas páginas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario