martes, 13 de mayo de 2014

17. Esperar a que vuelva a ser verano en los Hamptons

La serie de Emily Van Camp ha cerrado su ya tercera temporada con un final por todo lo alto que nos llena de preguntas y nos deja con muchas ganas de saber qué pasará en la siguiente temporada. Aviso desde ya que a partir de aquí esto va a ser un no parar de SPOILERS



Para mi gusto Revenge (2011.ABC) siempre ha sido una serie bastante irregular, una mezcla de misterio, acción, artes marciales y culebrón que funciona y entretiene a partes desiguales. Si la primera temporada se dejaba ver, al final de ésta los guionistas pronto se comenzaron a meter en berengenales del tipo: "Tu madre sigue viva" para desarrollar a lo largo de la segunda el "tu madre sigue viva y es una psicópata" y además nos inventamos un grupo de terroristas ricachones llamado "La Iniciativa"; de los que no supieron seguir una historia que fuera más o menos verosímil y a los que acabaron dando carpetazo de una forma demasiado rápida y brusca. (aunque todos los seguidores de la serie lo estábamos deseando.)

Al inicio de la tercera temporada parece que Ems se volvió a centrar un poco y ceñir al plan original: ir vengándose uno a uno de las personas que ayudaron a mandar a su padre a prisión. Como en todas las temporadas algunas tramas cogieron derroteros innecesarios; ya me diréis a mi lo que influyó descubrir a la verdadera madre de Jack o el aporte del hijo primogénito de Victoria o la llegada de Javier o esa pequeña aparición de la hija de Takeda. Solo sirvieron, "In my opinion", para alargar una trama, rellenar capítulos y provocar esos finales con giros de guión inesperado que tanto les gustan a los guionistas.

Pero si a algo nos tiene acostumbrados Revenge, es a resurgir en las season finale y dejarnos a todos con el corazón en un puño y al borde de la apoplejía.

La tercera temporada de Revenge comenzó a resurgir en ese momento en que Conrad empuja a Pascal contra las hélices de un helicóptero. Fue un shock para muchos (sobretodo por la noticia que salió en su día de que el actor Oliver Matinez estaría en la cuarta temporada) desde entonces se encadenan una serie de acontecimientos en los que no hay lugar a tramas superfluas de relleno y eso nos gusta: el secuestro de Charlotte, el misterioso anillo de David Clark, las trampas de Victoria a Emily, la confesión de Conrad, su entrada en prisión.. todo esto nos auguraba un final de temporada por todo lo alto, claro que ninguno nos imaginábamos lo que aquí iba a pasar. O bueno, algo, algo ya nos imaginábamos.

La muerte de Aiden era de esperar. Anunciar que alguien del reparto principal va a morir es un caramelito en la boca al que pocas series se suelen resistir en pos de aumentar la expectación hacia el capítulo (Bocachanclas les denomino yo), lo cierto es que su muerte es la gran escusa para retomar la relación de Emily-Jack, porque seamos sinceros, por más que nos gustaran Emily y Aiden juntos, desde el minuto uno de la serie se sabe que su protagonista acabará con el pavisoso de Jack. No hay nada que hacer.

El siguiente elemento sorpresa aparece cuando un agente de prisión-Break  corrupto deja en libertad a Conrad Greyson, aquí es cuando a todo fan le empiezan a recorrer sudores fríos y comienza a pensar que la pesadilla de La Iniciativa aún no ha acabado, pero no, todo es mucho mejor porque alguien muerto vuelve a la vida para cobrarse su venganza personal y acaba apuñalando a Conrad en una carretera oscura en medio de la nada...¿pero qué cojones...?

Sí, David Clark aparece vivo para sorpresa del propio Conrad y todos los espectadores, o quizás no, porque allá por el final de la primera temporada su creador, Mike Kelley ya nos había contado eso de que tenía en mente hacer regresar a David Clark a la vida en este artículo;  lo que no sabemos es dónde ha estado todo este tiempo, ni por qué ha fingido su muerte, ni cómo no ha tenido la decencia de contactar con su hija y decirle que lleva tres temporadas haciendo el tonto. Al final, esa frase que Victoria le dice a Emily sobre su padre, refiriéndose a que ella (Emily) no lo conoce como realmente es, va a resultar verdad y el padre de Amanda tiene muchos secretos que confesar.

Después de este shock, la verdad que poco consigues centrarte en como continúa la trama. Teníamos a Victoria persiguiendo a Emily hasta el cementerio para enfrentarse a ella y decirle que ya sabe que es Amanda Clark, entonces llega el momento palazo y tu piensas eso de ¿Ahora es cuando la entierra viva, verdad? Pero no, sabemos que Emanda es una perra sin escrúpulos, pero a ella le gustan más las venganzas épicas que un simple y fácil asesinato. Así que su plan maestro acaba siendo ver como Victoria es ingresada en un centro psiquiátrico donde lo tendrá muy complicado para salir.

Y en otras cosas menos interesantes que también pasan en el capítulo...
Charlotte descubre que Jack fue su secuestrador (con un simple toque en el hombro) y éste acaba siendo detenido; el hermano de Margaux llega por todo lo alto para hacerse un hueco entre las alimañas más odiosas de los Hamptons (le auguro 5 capítulos y luego si te he visto no me acuerdo) Y respecto a Daniel....¿En serio a alguien le sigue interesando este personaje?



Ahora toca lo difícil, esperar a que vuelva a ser verano en los Hamptons y ver que nos trae en Otoño la ya cuarta temporada, en la que estamos seguros tendremos venganza para rato. La pregunta que toca hacerse ahora es ¿Quién será el destinatario de la ira de Emily?





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