martes, 30 de junio de 2015

35. La decisión de Paige

¿Cómo vais con The Americans?¿Ya os habéis animado a verla? Si no queréis ser Spoileados, mejor volver cuando lo hayáis echo.



The Americans llegaba hace dos años a nuestras pantallas de la mano de FX. En sus inicios muchos la llamaban "La nueva  Homeland", más bien por ser la serie con una temática más similar en la parrila actual que porque el parecido entre ambas ficciones fuera real. De echo, muchos inician el visionado de The Americans esperando encontrarse con una Homeland, y ahí reside el error. No vamos a decidir cual de las dos ficciones es mejor, porque realmente no necesitan compararse entre sí. Ambas son buenas en su ámbito, Homeland planteando la lucha actual de America contra el terrorismo yihadista, y The Americans la lucha pasada de Rusia contra el capitalismo americano. Ambas series van de espías, si. Pero a cada una lo suyo.

A pesar de haber sido ninguneada en las nominaciones a los grandes premios, The Americans es una serie potente, con ritmo, y en la que sobresalen sus protagonistas: Mathew Rhys y Keri Russel están de diez en su interpretación de Philip y Elisabeth Jennings. Ellos son el centro de la historia y nos deleitan dando vida a unos personajes complicados, de esos que no son ni buenos y ni malos, simplemente grises, con muchos, muchos, matices. Por un lado, sanguinarios espías rusos dispuestos a hacer lo que sea por su patria; seduciendo, embaucando, manipulando e incluso matando inocentes si la misión lo requiere; y por otro, padres de familia preocupados por el bienestar de sus hijos "Americanos".
 
Sus relaciones familiares son el punto de partida de la serie, y las tramas adquieren en este ámbito mucho más peso que la trama de espías que suele acompañar cada temporada. Quizás porque lo que más nos guste de la serie sea ver como los Jennings deben mantener ese delicado equilibrio de quien tiene que interpretar a varios personajes y deslizarse entre varias vidas sin ser descubierto y después llegar a casa y ser los padres americanos que hacen tortitas para desayunar a sus hijos.

En el intento por ser otros hacen un innumerable despliegue de pelucas, modelos de gafas y prótesis. Hemos visto muchas versiones de Philip y Elisabeth a lo largo de estas tres temporadas, y siempre nos acabáramos preguntando lo mismo ¿Hasta dónde llegarían sin ser descubierto? Obviamente, no iban a poder pasarse la vida ocultando su verdadera identidad a unos hijos que comienzan a hacerse mayores y darse cuenta de que hay ciertas cosas que no encajan en la normalidad.

Y así, empezábamos la tercera temporada de The Americans con una pregunta fundamental. ¿Se atreverían finalmente a decirle a su hija mayor quienes son en realidad?¿Conseguirán convertir a Paige en una espía al servicio de la Madre Rusia?¿O la dejarán al margen de sus asuntos y permitirán que crezca libre como parte más de una sociedad contra la que ellos intentan luchar?

Elisabeth y Phillip se enfrentan por primera vez a una de las decisiones más difíciles de sus vidas. Proteger a su hija de su verdadera identidad, o arrastrarla a un laberinto de odio, venganza y crueldad en el que ellos viven.

Paige, por su parte, está decidida a averiguar lo que le ocultan sus padres y no parará hasta descubrir la verdad. El momentazo de la temporada sucede en la cocina de casa de los Jennings de repente y sin previo aviso. Por fin se ponen las cartas sobre la mesa, desde el final de la primera temporada vivíamos esperando este momento, y de esta forma el final de temporada está marcado por la reacción de Paige a la verdadera identidad de sus padres y por su forma de lidiar con el asunto.

Atrapada en medio de la vida secreta de sus progenitores y sin poder decir nada a nadie, Paige busca consuelo y refugio en su fe. Una fe que hará que tome una inesperada decisión que probablemente traerá consecuencias para toda la familia. Y que hará que la cuarta temporada de The Americans, sea sumamente interesante.

jueves, 11 de junio de 2015

34. Welcome To The Machine

Si no has visto nunca la serie, avanzo un poco tramas que surgen  a a partir de la 2ª temporada, si a esto lo consideras Spoiler, no sigas leyendo.


Estás siendo vigilado.

Person of interest tenía claro desde el principio lo que era, una serie de acción, donde cada capítulo se centraba en evitar un crimen, salvar una vida o descubrir quien era el perpetrador (palabra que hemos descubierto gracias a la serie) de un crimen.

 


Pensada para ser una serie episódica y ágil en su desarrollo, de esas que ves por puro entretenimiento, pronto se fue transformando en algo más. A medida que pasaban las temporadas, y sobre todo tras la aparición de Root (Amy Acker), el personaje más enigmático y con más carisma de la serie, ésta comenzó a recorrer un sendero sinuosamente diferente.

Las tramas de fondo comenzaron a coger fuerza, los personajes secundarios empezaron a ser una gran baza pues aportaban toques de aire fresco y se agradecía ver otra cara que no fuera la mono temática de Jon Reese (Jim Caviezel), quizás el personaje menos conseguido de todos, a pesar de su protagonismo casi unilateral en las primeras temporadas.

Pronto comenzaron se abrieron paso otros personajes como Shaw (Sarah Shashi), la versión femenina de Reese, con un humor negro bastante peculiar; o el detective Lionel Fusco (Kevin Chapman), uno de los personajes más conseguidos de la serie que tiene la difícil tarea de caminar sobre la delgada línea que separa el personaje cómico del personaje dramático; o Elias (Enrico Colantoni), el enigmático villano reconvertido a extraño protector de nuestros protagonistas.

En la tercera temporada, los creadores de la serie dejaron claro cuales eran sus pretensiones en este nuevo camino que estaban comenzando a recorrer. Debíamos de empezar a tomárnosla en serio, nuestros protagonistas no eran héroes imbatibles que siempre salían invencibles de las batallas, si no simples soldados en medio de una guerra entre dos Inteligencias Artificales creadas para protegernos, aunque el concepto de protección de cada una sea diferente.

Nuestra máquina, la que nos presentan desde el inicio, fue creada con conciencia humana, capaz de diferenciar los actos éticos de los no éticos. Dotada de empatía, compasión y bondad, es capaz de sentir como propios los sentimientos de los demás. Lo sabemos porque la serie nos va narrando a través de sus cuatro temporadas cómo Harold (Michael Emerson) construyó la máquina y la creó a nuestra imagen y semejanza.

El antagonista en cuestión se llama Samaritan, un nombre bíblico para una IA que si bien su fin es protegernos, decide unánimemente quien merece ser salvado y quien castigado. Samaritan manipula a los hombres a su antojo y eliminará a todos aquellos que se interpongan en su misterioso objetivo final.

Un Dios bueno contra un Dios malo peleando por el control de las personas, y todo, nos dicen, que es por nuestra protección.


Pretendiéndolo o no, Person Of Interest ha puesto encima de la mesa el debate de la vigilancia silenciosa. Esa necesidad de los gobiernos de controlar todos nuestros movimientos a fin de evitar que una conducta desviada derive en un mal mayor. La psicosis tras el 11-S ha marcado a toda una generación, y eso se nota en nuestro día a día.Vivimos con miedo a que algo tan atroz se vuelva a repetir, y debido a ese miedo necesitamos tener el control de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Y no hay mejor forma de controlar a millones de personas, que tenerlas constantemente vigiladas. Muchos ciudadanos están a favor de que se nos vigile silenciosamente para evitar males mayores, otros están en contra, y muchos se preguntan qué pasaría si toda esta información fuera a caer en las manos equivocadas.

De alguna manera la serie nos abre un poco los ojos, y nos enseña que al final todos y cada uno de nosotros formamos parte de la "Máquina", estamos dentro de ella, porque ella ha logrado convertirse en uno más de nosotros. Una llamada de teléfono, un mail o el gps de tu móvil. Las fotos de fin de semana en tu casa de campo, los estados en twitter o la foto en instagram del último coche que te has comprado. ¿Creías que tenias una vida anónima?

Bienvenido a La Maquina.


El tema de hoy "Welcome to the Machine"  de Pink Floyd incluido en su álbum Wish You were Here. Tema que además, cierra la cuarta temporada de la serie.